sábado, 6 de agosto de 2016

El retiro dorado del exministro Wert.

El ex, ministro José Ignacio Wert, con su esposa Monserrat Gomendio

El 31 de julio de 2015, el Consejo de Ministros nombraba a don José Ignacio Wert Ortega Embajador Jefe de la Delegación Permanente de España ante la Organización de Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE). De esta manera, recompensaba la labor del que había sido el ministro más criticado y castigado por la oposición. En efecto, “tras la frialdad del BOE –recuerda L. A. en ElPlural.com– se escondía una historia de amor y desvergüenza capaz de hacer que Mariano Rajoy perdiera la compostura y esa supuesta sensatez que siempre predica. Porque a nadie se le escapó entonces que la elección de Wert para ese cargo en París, forzada por él mismo, fue un dedazo del Gobierno, en la recta final de su mandato, para contentar al que había sido el ministro más impopular y peor valorado por la opinión pública española. Como ministro de Educación, Cultura y Deporte, Wert logró enfadar a casi todos los sectores relacionados con sus políticas: estudiantes, profesores, actores, deportistas, etc… A pesar de ello Rajoy, en pleno año electoral, se enfrentó a todas las acusaciones, accediéndole a premiarle con ese cargo en la capital francesa porque también había ido allí a trabajar su esposa, Monserrat Gomendio, que fuera además uno de sus altos cargos en su ministerio, concretamente secretaria de Estado de Educación”.

Rajoy premió la política de Wert, permitiendo que su “huida” a París recompensara la labor de su ex ministro más criticado, un alto coste para las arcas públicas: en adelante, cobraría unos 10.000 euros mensuales más gastos de representación y viviría en un piso de 500 metros cuadrados en la zona más lujosa, lo que le costaría  unos 11.000 euros cada mes. Casi lo mismo que ganan muchos españoles a lo largo de todo un año. Y además habría que añadir la indemnización que cobró por dejar su cargo de ministro: 4.600 euros. Mantener el retiro dorado de Wert ha costado a todos los españoles más de 260.000 euros. Y eso sin contar los sueldos del chófer, los asistentes y los dos diplomáticos que también están a su servicio en su destino parisino. El mantenimiento anual de Wert se asemeja mucho al dinero que, según se difundía el lunes pasado, dejará de percibir Convergencia, una de las formaciones a las que más irritó el exministro de Educación, después de la negativa del PP a que contaran con grupo propio en el Senado. Al PNV sí le permitió el grupo a pesar de no contar con los senadores suficientes.